Mary Alejandra Saraz*, Mary Pily Saraz**, Ismaris Troconiz*** y Dionnys Peña Ocando****
Recibido: 14-04-2010 - Aprobado: 29-09-2010
RESUMEN: |
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Durante los últimos años ha sido vertiginosa y brusca la penetración de las tecnologías de información (TI) en todos los campos o sectores sociales, ello ha generado como consecuencia que cada vez más se convierta en una obligación para todo tipo de población el uso de estos medios para la realización de trámites y tareas cotidianas, sin considerar la manera como estos cambios pueden impactar a los diversos grupos etarios desde el punto de vista emocional, psicológico o actitudinal.
La aceptación de las TI por parte de la población, figura como un indicador importante para determinar el real aprovechamiento de éstas herramientas, de tal manera que su contra parte se encontraría en el grado de resistencia que pueda presentarse en algunos grupos o sectores para acceder a ella, usarla y enfrentar sus cambios; entendiendo la resistencia hacia las TI como una condición humana que determinan el rechazo de una innovación tecnológica para ser incorporada en el ejercicio de las actividades cotidianas comunes.
El hecho de que ciertos grupos sociales no se sumen a favor de las TI, marca una brecha sustancial para llegar a coronar las metas de una sociedad de la información incluyente, es por ello que este trabajo busca determinar el grado de resistencia que la población adulta presenta hacia las Tecnologías de la información (TI), bajo la premisa de que los jóvenes y niños han asimilado los avances tecnológicos con mayor rapidez, pero queda la duda de si esto sucede igual con la población de mayor edad, quienes han sido catalogados por algunos estudios previos (El Safadi y El Kadi, 2002), de no tener una cultura evolucionista y resienten los cambios catalogándolos de inadecuados, dañinos, entre otras.
Con base en el objetivo expuesto, se desarrolló un estudio descriptivo bajo la modalidad de campo, la cual se llevó a cabo en un conocido sector de la ciudad de Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela, mediante la aplicación de una encuesta casa por casa, a ciento veintidós (122) individuos heterogéneos, en edades comprendidas entre 30 y 50 años.
Para la recolección de la información se empleó una encuesta que fue administrada bajo la modalidad de entrevistas cortas, completadas por los encuestadores en razón de las respuestas de los informantes y de acuerdo con los itemes que a su vez se estructuraron con base a tres dimensiones clave a saber: actitud/impresiones hacia las tecnologías de la información, acceso y uso de esta y finalmente los intentos para el aprendizaje formal de este medio.
Las dimensiones anteriores permitieron obtener una visión respecto a la manera como la población adulta se encuentra enfrentando el fenómeno de la penetración tecnológica sin ánimos de pretender una generalización profunda en aras del tamaño de la muestra seleccionada, pero con la convicción de que el estudio tome el pulso de los impactos de las TI en este momento histórico y desde la perspectiva del ciudadano común su contexto de acción.
Desde el punto de vista teórico, el estudio de la resistencia de la población hacia las TI se ubica dentro del campo de los impactos socio-culturales de estos medios, lo cuales son señalados “como aquellos cambios profundos en la estructura social producida por las TI que afectan directamente a los usuarios y sus actividades fundamentales” (Joyanes, 1997). El amplio espectro que rodea este concepto involucra, a nuestro modo de ver, cuatro elementos básicos: el aprendizaje social, las TI, el cambio y la resistencia en sí misma.
Las interrelaciones de los referidos elementos se explican por el hecho de que la población en general, continuamente necesita asimilar y dominar un conjunto de estrategias y medios efectivos para la solución de sus problemas prioritarios y los de la comunidad a la que pertenece, lo cual podría denominarse “aprendizaje social” de acuerdo con el conocido modelo psicológico de Bandura de 1986 citado por Beltrán,(2003). Tal aprendizaje dependerá de una actitud favorable para lograr un “enfoque cognitivo que tenga como fin la adaptación de los sujetos al ambiente mediante el equilibrio entre conocimiento nuevos y conocimientos previos adquiridos, unificado con un proceso intencional e interactivo” (Piaget citado por Peña et al, 2005). Es decir una apertura para observar, interactuar y aprovechar todas las opciones posibles que emerjan en la sociedad para coadyuvar a su desarrollo y el de sus integrantes.
En la actualidad, la más importante y atrayente de las opciones de desarrollo humano viene representada por las TI, las cuales ofrecen grandes posibilidades de comunicación y acceso a la información disponible para el ciudadano común pero también grandes dificultades psicológicas para su asimilación. Una de estas trabas viene representada por su gran propensión al cambio y la evolución repentina, cuestiones estas con las que tiene que luchar constantemente la sociedad (Callister, 2006), constituyéndose como la mayor causa de desestabilidad emocional en las personas.
Considerando que el cambio, se distingue como una modificación de actividades, procedimientos, actitudes y aptitudes que inciden en el desenvolvimiento de los individuos en su vida cotidiana, este puede traer consigo una resistencia nacida en las personas debido a sus modificaciones bruscas y repentinas, produciendo una imagen negativa de las nuevas circunstancias que se niegan a enfrentar, pero nuevamente debe someterse a situaciones de aprendizaje social que le permitan ver las nuevas bondades tecnologías y de los cambios para continuar el ciclo. De modo que es natural que ante la introducción de un nuevo fenómeno social ocurran vestigios de resistencia o baja aceptación por determinados grupos sociales, que luego son resueltos al enfrentarse a situaciones de aprendizaje, tal como lo planteara Shannon y Weaver con su teoría de la información y la incertidumbre (Martínez, 1995)
Así puede entenderse que la resistencia hacia las TIC, involucra un ciclo de relaciones o vinculaciones continúas entre los elementos antes indicados, que se repite en cada momento que ocurran nuevos cambios en materia tecnológica (Gráfico 1), pero que luego son superados por procesos de aprendizaje social.
Gráfico 1: Ciclo de los elementos vinculantes en la resistencia al cambio tecnológico.
Otros autores (Gómez y Núñez, 2005) consideran la resistencia como un obstáculo insalvable para el cambio tecnológico y la aplicación de la tecnología. Esta actitud se denomina Resistencia al Cambio, caracterizada por el levantamiento de barreras por temor a lo desconocido, por desconfianza hacia los indicadores del cambio o por sentimientos de seguridad amenazada.” De tal modo que según esta perspectiva, la resistencia a las TI por parte de la sociedad, figura como una consecuencia propia del cambio brusco en la misma que impide su aprendizaje efectivo y su aprovechamiento por parte de todos los grupos sociales en igual escala, presentándose esto como una gran limitante para penetrar en las sociedades de la información y la comunicación.
De allí la importancia de indagar sobre el grado de esta resistencia a las TI y las formas de distinguirla en diversos contextos sociales sabiendo que esta “puede representarse dependiendo de las personas y de su entorno, ya que en algunos individuos puede evidenciarse de forma neutral, indiferente o entusiasta, las cuales generan alteración, indignación, shock y esperanza en otras” (Mauricio Lefcovich, 2005). Lo evidente es que desarrollar las nuevas destrezas requeridas por las herramientas tecnológicas, desata en el individuo sentimientos encontrados que podrían estar planteando una forma de descubrir factores psicológicos de su personalidad.
Por otro lado, se presenta que en ocasiones las personas sienten más temor por los prejuicios sociales que por la misma innovación tecnológica en sí misma, creando miedos que se presentan como la opinión negativa sobre la falta de habilidad para manejar y utilizar las herramientas tecnológicas y los rumores que se entretejen sobre los efectos perversos de estos medios. Esto tiende a convertirse en una situación de atraso social debido al poco tiempo que hay entre cada avance para ser asimilados, desencadenando una división o brecha entre una nueva generación de personas informadas y la generación atrasada o de personas desinformadas (Bartolomé, 2008)
Otra característica resaltante de la resistencia a las TI es la falta de información sobre las nuevas tecnologías, hecho que se presenta ante la sociedad como una desinformación lo cual influye directamente en el levantamiento de barreras por temor a lo desconocido. En este sentido, Peña (2006) citando a Acurero, advierte que “hace más de diez años en Venezuela se debió implantar el alfabetismo informacional que consiste en la habilidad para buscar, encontrar, ordenar, categorizar y organizar información con la ayuda de herramientas tecnológicas para el uso personal y profesional”.
Por tanto, se debe enfatizar que para realizar un uso efectivo, positivo, útil y beneficioso de las tecnologías de la información, es necesario promover charlas, prácticas u otras herramientas que mantengan a la sociedad en un constante estudio, aprendizaje y actualización de las actividades necesarias para enfrentar los continuos cambios que se presenten.
1Un producto de la cátedra Seminario de investigación de la Escuela de Bibliotecología y Archivología de la Universidad del Zulia (LUZ).
*LUZ.Venezuela Email: maryalejandra_saraz@hotmail.com
**LUZ.Venezuela Email:mpsm16@hotmail.com
***LUZ.Venezuela Email:estrellaisma@hotmail.com
****LUZ.Venezuela Email: dionnysp@gmail.com
Vol. 32 (1) 2011
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